jueves, 19 de abril de 2007

El asesino peliculero

Que el tipo que hizo lo de Virginia Tech tenía que estar loco ya lo sabíamos. Pero ahora también sabemos que era un peliculero. Seguro que soñó que se haría famoso, aunque fuera después de muerto, si mataba a algunos de sus compañeros. Y si enviaba unos vídeos y fotos a alguna cadena de televisión no sólo se haría famoso, sino que podría enviar su mensaje al mundo tal y como lo concibió. Así que así lo hizo y lo mandó a la NBC. Por supuesto, sabía que los tipejos de la NBC no tendrían ningún reparo en publicar todo lo que pudieran, sin tener en cuenta que de este modo animan a muchos otros a repetir algo así. Esto no hace más que reforzar esa posibilidad de forma insospechada. La cara del coreano será recordada, se escribirán libros, se crearán grupos en internet, la mayoría para odiarlo, otros seguro que para reivindicarlo. El efecto logrado es increíblemente poderoso, así que esta última posibilidad es muy probable.

Seguro que en la NBC alguien ha pensado en ello, pero habrá acallado su conciencia con el manido deber de informar. Por supuesto, no informar de una forma sosegada, cuando todo haya sido engullido por otros temas, sino de forma sensacionalista e hipócrita. Hipócrita porque censuran el texto por contener frases profanas y quitan las palabras malsonantes, pero muestran las fotos en poses peliculeras, con las pistolas apuntando a la cámara. Olvidan que en la época de la imagen, una fotografía repetida hasta la saciedad crea un icono, y este pavo es ya un icono para todos los que alguna vez han pensado hacer algo así. Ha marcado otra línea de actuación que ya se convertirá en ineludible.

Otra cosa en la que no sé si han pensado es en la familia del tipo. ¿No tienen algún derecho sobre ese material? Desde luego ellos son los herederos y bastante les ha caído encima como para tener que soportar para siempre la imagen de su hijo (hermano) apuntando a la cámara con la pistola que luego usaría para matar. No creo que protesten, pero creo que podrían. Por supuesto, las familias de las víctimas ahora tienen un rostro al que odiar, pero al mismo tiempo deben ver con tristeza como el objetivo del asesino de su familiar se ha cumplido. ¿No hubiera sido mejor negar esa gloria al asesino y demostrar a los demás que hayan pensado en hacerlo que su muerte será en vano?

Aquí seré sincero. Esto quizá debería ser así, pero hoy por hoy en nuestra sociedad de exhibicionismo es muy difícil que suceda. Al fin y al cabo yo he visto los vídeos y las fotos del coreano, he leído sus obras de teatro y probablemente seguiré leyendo lo que salga, aún teniendo una opinión en contra de que se haya difundido... Habrá que pensar en ello.

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